A principios de octubre el ayuntamiento de Palma empezó una ronda de contactos con arquitectos para determinar cómo rehabilitar el edificio Gesa diseñado por José Ferragut Pou. La cuestión es que para darle un nuevo uso es necesario adaptar el edificio a las nuevas normas de edificación y eficiencia energética, pero es necesario hacerlo preservando a la vez las características por las que se considera un edificio catalogado, según determinó el Consell de Mallorca. Uno de los primeros arquitectos con el que Cort ha contactado es Elías Torres, autor, entre otras obras, de la rehabilitación del Castillo de Bellver y del paseo de Dalt Murada, que incluye la intervención en el Baluard des Príncep y en Ses Voltes.
Entre los elementos del edificio Gesa que la Comisión de Patrimonio valoró para declararlo Bien Catalogado y que deberán ser conservados están las plantas diáfanas y la fachada en forma de ‘muro cortina’.
No es la primera vez que el ayuntamiento de Palma se plantea cómo encarar la rehabilitación para darle un uso a un edificio protegido que debido al abandono de los últimos años está deteriorándose poco a poco.
Durante el mandato de la socialista Aina Calvo como alcaldesa ya contactó con arquitectos e incluso se redactó un proyecto para que Gesa volviera a funcionar. Así lo explicó recientemente en Diario de Mallorca en una entrevista José Ferragut Canals, arquitecto y sobrino de Ferragut Pou.
En el artículo publicado el pasado domingo 11 de octubre Ferragut Canals rechaza convocar un concurso internacional ya que considera que ya existe un «muy buen proyecto», el de Jaime Vidal, que fue presentado cuando Calvo era alcaldesa. En su opinión como arquitecto, el sobrino del autor cree que adaptarlo a la actual normativa no será tan difícil y que habría que empezar por reforzarlo en su estructura. Sostiene que el edificio de Ferragut Pou «es muy claro» en su organización con servicios centrales y perímetro libre lo que permitiría otorgarle «una fácil solución» . Eso sí, al ser un Bien Catalogado la reforma tendrá que ser «global y conservadora». Para encarar el tema del aislamiento contra incendios propone hacer una doble piel acristalada para así no tener que cambiar los cristales.
Y una vez puesto a punto, ¿para qué lo usamos? Cort quiere crear un distrito digital que incluya la posibilidad de compaginar los usos administrativos con actividades creativas y de carácter privado. También se ha hablado de darle un uso cultural.
José Ferragut Canals señala que antes de acometer la reforma interior habría que tener claro qué uso se le dará al edificio. Para una función cultural, el arquitecto cree que bastarían dos plantas y no todos los 13.000 metros cuadrados del edificio. Opina que una gestión publica y una privada podrían convivir, y recupera la idea de Calvo de instalar un restaurante en la terraza superior, lo que serviría para rentabilidad costes. Otra idea podría ser incluso alquilar la sala de actos para eventos privados de forma puntual, sin quitar la opción de que tenga un uso público, para presentaciones del ayuntamiento u acciones de entidades vecinales.